A la hora de plantearme que tiempo diario dedico a cada una de las funciones que recoge el gráfico propuesto en el segundo módulo del MOOC, a saber: estrategia, coordinación, gestión, innovación y operación, según el rol que desempeño en mi organización, he de decir que no me veo reflejada del todo en ninguno, al menos no todo el tiempo.
Dirijo un departamento que presta un servicio horizontal a la organización, con bastante autonomía, he de decir que o bien mis jefes tienen fe ciega en mi quehacer o bien no se meten porque no entienden demasiado de que va la cosa esa de la gestión documental, aunque cada vez la mencionan más. Esta libertad de acción se agracece, aunque a veces se echa de menos otro respaldo. A nivel de responsabilidad se espera de mi que actue como un jefe de servicio. A veces encontramos prejuicios, que son batallas (desgaste y tiempo). Y contamos con pocos medios (estamos en crisis). Quiero decir con esto, que dependiendo del momento y de los fuegos que haya que apagar, me situo en un nivel diferente del esquema. Por circunstancias de la nueva distribución territorial de la Junta de Andalucía, a veces tengo que dedicar gran parte de mi tiempo a coordinar, no sólo a mi equipo, sino a otros ocho profesionales diseminados por nuestra Andalucía y a grupos de trabajo en los que me meten o me meto. Otros días el peso se lo lleva la gestión, son los más pesados. Y algunas veces, he tenido que recurrir sobre todo a la innovación, para salvar la ausencia de recursos y dar cumplimiento a las funciones. Yo no lo llamaba así, pero pensando en el contenido de este módulo, me he dado cuenta que a veces he buscado y apoyado soluciones innovadoras para problemas antiguos y/o enquistados. Si funciona, es de lo más gratificante. Aunque la innovación no es un chispazo, no es sólo una brillante idea, sino que necesita voluntad, constancia y trabajo. Saber decir que no cuando conviene. Y no tenerle miedo a los cambios.
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